Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad para proveerte una mejor experiencia en línea.
Revisar

Cómo hablar de dinero

Publicado en Mayordomía y Ofrendas

El dinero: Este es uno de los temas que incomoda a la personas y les impide mirar a los ojos y sentarse cómodamente. Sin embargo, para pagar los conceptos básicos de hipoteca o alquiler, así como el financiamiento de los ministerios y pagar al personal, su iglesia debe tener las finanzas necesarias. Además, cualquier ofrenda significativa a misiones mundiales o acción comunitaria requerirá que se dé más allá de lo que se necesita para el presupuesto regular .

Sin embargo, parece que muchos pastores eluden las conversaciones sobre el dinero. Algunos por temor a perder a potenciales miembros que están cansados de escuchar charlas persuasivas acerca de las ofrendas. Otros simplemente no están seguros de cómo se debe abordar este tema. En vez de profundizar en un tema complejo, lo evitan por completo. Pero el dinero es algo que no se puede, ni se debe ignorar.

Se ha dicho que Jesús habló más sobre el dinero que el Cielo. Pero cuando Jesús habló sobre ofrendar, siempre lo relacionó con el Reino de los Cielos. La manera en que usamos el dinero es un asunto de crecimiento espiritual (Mateo 6:2-4, 19-21). Ofrendar es un componente principal del discipulado de cada seguidor de Cristo. Un pastor que pasa por alto este tema se está perdiendo una gran oportunidad de ver el crecimiento en la vida de su rebaño.

Aquí tenemos algunas que se deben considerar al hablar de dinero. Recuerde, su audiencia está tan nerviosa como usted cuando se trata de este tema. Aunque las finanzas son realmente un tema serio , se puede manejar tan fácilmente como un juego infantil cuando se hace con la actitud correcta.

Presentaciones expositivas

En vez de solo pedir dinero, muéstrele a su congregación por qué es importante que ofrendemos. Una reunión de negocios anual no tiene que ser solo sobre líneas y códigos presupuestarios. Puede ser un momento para compartir testimonios sobre cómo las ofrendas del año anterior afectaron positivamente algunas vidas.

Relacione las ofrendas de su iglesia con historias. Cuando solicite fondos para un proyecto específico, cuente una historia sobre la importancia de dar. Por ejemplo, si quiere ayudar a un refugio local para mujeres, pida a alguien que dé un testimonio de cómo ese ministerio ha cambiado su vida. Cuando llega el momento de ofrendar para las misiones, presente historias de los misioneros a los que apoya. A la congregación le encanta escuchar historias de vidas transformadas, y esto siempre motivará a las personas a ofrendar con alegría.

Ate los cabos

Defina la relación del presupuesto con la misión de la iglesia. Obviamente, se necesitará un cierto nivel de ofrendas para cubrir el presupuesto operativo básico. Pero en vez de mostrar cómo se puede usar cada dólar para mantener encendida la luz, muestre cómo la iglesia es un faro de luz a un mundo oscuro.

La misión de la iglesia ya debería ser una motivación para que los participantes se muevan de manera extraordinaria. Ya sea que se ocupen en el servicio el domingo, en el evangelismo personal el lunes o en el trabajo voluntario en la comunidad durante toda la semana, los miembros de la iglesia ya están trabajando para el Reino. Al establecer la relación de las ofrendas con la misión, les dará otra manera de vivirlo a diario.

Siga al líder

Hablar de dinero comienza con un estilo de vida dispuesto a dar. Cualquier líder influyente debe estar dispuesto a rendir cuentas de su contribución financiera a la iglesia. Y el personal debe estar dispuesto a ser transparente acerca del manejo de esas contribuciones.

Antes de que ofrenden, los miembros de la iglesia deben confiar. Si hay asuntos pasados de malversación o mal manejo de fondos, hay una barricada inmediata que debe superarse. Pero una iglesia bien administrada, financieramente sólida y que muestra una buena mayordomía, cultivará una cultura de confianza.

Cuando hable de ofrendar, hable con visión. Nunca pida con desesperación, mas bien prepárese. En vez de presentar un panorama sombrío de lo que podría suceder si el presupuesto no se cumple este trimestre, presente una perspectiva optimista de cómo los fondos que proveen los miembros están creando nuevas oportunidades para que las personas vengan a Jesús.

En 2 Corintios 9:6-7, Pablo nos da algunas directrices claras sobre cómo debemos responder personalmente al llamado a ofrendar. Él nos dice que Dios ama al dador alegre. De la misma manera, deberíamos pedir con un corazón alegre. Eso significa que estamos agradecidos por cada billete de dolar y moneda de diez centavos que la iglesia recibe, y mostramos esa gratitud. Propóngase agradecer periódicamente a sus miembros por sus ofrendas, no solo en términos generales los domingos por la mañana, sino con frecuencia y deliberadamente. Llame por teléfono a sus principales donantes, y agradézcales por su generosidad. Escoja a miembros que diezman con regularidad y envíeles una carta de agradecimiento. O, mejor aún, organice una recepción anual para agradecer el apoyo durante todo el año.

Cuando habla de dinero con un corazón de gratitud, su congregación lo notará y responderá con gozo. Considere aumentar el número de veces al año que hable sobre las ofrendas, no para el beneficio del presupuesto de la iglesia, sino para el crecimiento espiritual de sus miembros.

Copiar

Suscríbase a nuestro boletín informativo (solo en inglés)

Regístrese aquí

1445 N. Boonville Ave. Springfield, MO 65802-1894 417-862-2781 ext. 4120
2020 por el Concilio General de las Asambleas de Dios