5 consejos para las iglesias que sufren tensiones financieras
Publicado en Liderazgo de la iglesia
Las rutinas normales de la iglesia local se han visto ciertamente perturbadas en las últimas semanas. Nuestra nueva normalidad incluye una pandemia mundial, órdenes de permanencia en el hogar, y congregaciones que no pueden reunirse en persona para adorar juntos. Nuestra vida personal y nuestra vida colectiva han cambiado, al menos por un tiempo.
Mientras que esta interrupción ha causado gran estrés financiero a nuestras iglesias, quiero animarlo a utilizar este tiempo de caos e incertidumbre para mejorar las actividades del ministerio y proporcionar un mayor valor a los que sirven. Para ayudarlo a hacer eso, aquí hay cinco consejos financieros que lo ayudarán a servir mejor a su iglesia y comunidad.
1. Evalúe sus gastos. Un paso importante e inmediato para las iglesias es reducir los gastos para ayudar a compensar cualquier disminución de los ingresos. Concéntrese primero en los gastos discrecionales, que tienden a «infiltrarse» con el tiempo. Le sugiero que revise inmediatamente sus gastos mensuales y recurrentes para identificar los expendios que pueden reducirse con un esfuerzo mínimo. ¿Siguen siendo necesarias esas suscripciones mensuales a revistas, periódicos y servicios de Internet? ¿Podría la iglesia poner un freno a las tarjetas de crédito del personal sin obstaculizar el ministerio?
Además, busque los gastos que tienen como fin proporcionar comodidad o facilidad de uso. Tal vez esté pagando un precio más alto por un servicio de primera calidad, cuando un servicio de nivel inferior sería suficiente. A continuación, no olvide revisar los gastos que puede cancelar ya que su personal trabaja desde casa. ¿Ha ajustado el termostato de su oficina, se ha asegurado de que las luces están apagadas y ha desenchufado los aparatos innecesarios? ¿Tiene reembolsos mensuales de millaje que ya no son necesarios porque su personal no puede viajar?
Por último, no pierda de vista las tasas de interés y compárelas con las de su hipoteca actual. Puede tener sentido financiero refinanciar un préstamo existente para reducir los pagos totales de la deuda, pero solo si puede seguir pagando la cuota mensual.
2. Cree una estrategia para gestionar su fondo de emergencia o reservas contingentes. En el entorno actual, cada vez está más claro por qué un fondo de emergencia es esencial para la salud y la fortaleza de cualquier organización. Si no dispone de un fondo de reserva, lo más probable es que sienta cierta tensión, pero no es imposible crear un margen en sus finanzas actuales. A medida que vaya determinando qué gastos se van a recortar o reducir, destine una parte de esos ahorros a las reservas.
Normalmente, recomiendo ahorrar de tres a seis meses de gastos en su fondo de reserva para imprevistos. Es posible que tenga que recurrir a su fondo de emergencia para ayudarle a pasar este tiempo, pero lo animo que vigile sus reservas y haga un plan para ajustar los gastos adicionales si necesita agotar sus reservas. Por ejemplo, con 3 meses de reserva, ¿qué programas no esenciales se recortarán? Con 2 meses de reserva, ¿se congelarán las contrataciones o se pospondrán los aumentos salariales? Con una reserva de un mes, ¿se reducirán las horas de trabajo del personal? Al determinar y articular la estrategia para mantener los fondos de reserva, todo el personal reconocerá la importancia del gasto intencionado.
3. Cultivar y alimentar a los nuevos donantes. El problema más acuciante para las iglesias y los ministerios en este momento son los ingresos. El flujo de caja de una iglesia depende en gran medida de los diezmos y las ofrendas. Si la crisis económica continúa, los ingresos disminuirán.
Cuide a sus donantes actuales asegurándose de que su método de donación sea fluido y fácil.
Un estudio reciente reveló que el 68% de los asistentes a la iglesia querían opciones de donación digital. Puede cultivar nuevos donantes ofreciendo una solución de donación en línea. Algunas de las mejores opciones son Generush de AGCU, Faithlife Giving y Tithe.ly. Si su ministerio es nuevo en las donaciones en línea, asegúrese de que haya alguien disponible para guiar a sus miembros a través del proceso.
Anime a los miembros de su iglesia a participar en el culto a través de sus donaciones. Utilice las redes sociales, los anuncios durante los servicios en línea y otros medios de comunicación para recordar a los donantes que sigan dando, aunque no se reúnan en persona. Destaque los testimonios de cómo Dios ha honrado la fidelidad de las personas a través de las ofrendas. Hable de las bendiciones prometidas por Dios a aquellos que son generosos al dar.
4. Revise su declaración de misión y busque nuevas oportunidades. Su declaración de misión le recordará lo que es importante. Su misión define su ministerio. En medio del caos y la incertidumbre, puede ser fácil perder de vista los objetivos de su ministerio y desviarse a cosas que no son esenciales. ¿Sigue siendo relevante? Si usted comenzara hoy, ¿cuál sería el propósito de su ministerio? Reúnase con su equipo ministerial y comente su misión e identifique una, dos o tres cosas esenciales en las que debe centrarse ahora mismo.
Reducir o eliminar los programas que no se ajustan a la misión. A esto lo llamamos desviación de la misión. Yo sospecharía que todas las organizaciones tienen un desvío de la misión. Cuando los tiempos son buenos y los ingresos son fuertes, es fácil añadir programas ministeriales que tienen valor pero que no son esenciales para la misión general. Además, a veces continuamos con programas que ya no son útiles o eficaces porque «siempre lo hemos hecho así». Este es el momento de tener una conversación sincera sobre todos sus programas y decidir cuáles son esenciales y cuáles pueden ser eliminados.
Otra razón de eliminar los programas que ya no son útiles es tener margen y capacidad para añadir nuevos programas y nuevas oportunidades de ministerio. Aunque tener un sitio web y servicios en línea ha sido un tema importante durante varios años, no creo que nadie pudiera imaginar que todas las iglesias necesitarían encontrar una solución de streaming (en directo) al mismo tiempo. Para muchos, se trata de una nueva oportunidad ministerial.
Esta pandemia creará nuevas oportunidades de ministerio para las iglesias que deseen satisfacer las necesidades de su comunidad. Hace poco oí hablar de la gran necesidad de que las iglesias ministren a los miembros de las familias que están sentados en los estacionamientos de los hospitales porque estos tienen restringido el acceso a todos los pacientes. No quieren volver a casa, pero no pueden entrar, así que la iglesia puede aprovechar esta oportunidad para conectarse y ministrarle a aquellos que se sienten desamparados, aislados y temerosos.
Para más ideas sobre nuevas oportunidades de ministerio, lea este artículo de la revista Influence.
5. Familiarícese con la nueva legislación y las ayudas para empresarios y empleados que está aprobando el Congreso. Si tiene que despedir a sus empleados, ayúdelos a conocer las prestaciones por desempleo o el tiempo libre remunerado que ofrecen estos nuevos paquetes de estímulo.
Dos nuevas prestaciones para permisos remunerados son la Ley de Ampliación de la Ausencia Familiar y Médica, que proporciona un permiso remunerado para que un empleado cuide de su hijo si una guardería o escuela ha cerrado debido a una emergencia de salud pública como el Covid-19. La segunda es la Ley de Permiso Pagado por Enfermedad, que proporciona un permiso pagado a un empleado que busque atención médica para el Covid-19 o que deba permanecer en casa en aislamiento o cuarentena. Gran parte de, si no toda, esta licencia pagada obligatoria puede ser reembolsada por el gobierno federal.
La ley CARES, de 2 mil millones de dólares, promulgada el 27 de marzo, proporciona beneficios directos a los trabajadores, familias y empresas estadounidenses, incluidas las iglesias. Este programa de ayuda económica a los empresarios, empleados y contribuyentes incluye préstamos a las pequeñas empresas para ayudar a cubrir las nóminas salariales y otros gastos de operación, impuestos diferidos sobre las nóminas, ayuda al desempleo y reembolsos en efectivo/cheques de estímulo a los contribuyentes.
Mientras navega por estas aguas desconocidas, quiero que sepa que la Oficina Nacional de AD está aquí para ayudarle. Nuestros líderes ministeriales están creando recursos pertinentes y oportunos para ustedes en https://covid19.ag.org/. Este nuevo sitio contiene noticias, formación para líderes ministeriales, devocionales familiares y recursos gratuitos para ayudarlo a servir y apoyar a su iglesia en estos tiempos difíciles.
Mientras seguimos en esta «nueva normalidad», me ha animado el Salmo 91, como a tantos en la Iglesia. A Dios no le sorprende lo que está sucediendo. Él es nuestro refugio y nuestra fuerza. Sigan orando y sepan que estamos orando por ustedes. No temáis, sino animaos, porque Dios es nuestra fortaleza y lugar de seguridad. (Salmo 91:2, paráfrasis)